miércoles, 18 de diciembre de 2013

Pequeño tour por mis libros de 2013

Este año este blog ha estado medio inactivo pero no podía dejar de publicar nuestro tradicional post de libros y compartir lo que para mí fueron los mejores títulos que leí este 2013. Ojo, son los mejores libros, nuevos o antiguos, que pude leer este 2013, como las versiones de 2010, 2011 y 2012. Seguramente hay mejores libros este año que no he leído y por lo tanto no salen en la lista y otros que son de otros años que recién he podido leer. Sirva siempre este post como una sincera recomendación libresca. Lamentablemente no me di el tiempo para leer “Limónov”, del gran Emmanuel Carrère, sobre un político y escritor ruso real, y de paso sobre la historia “no oficial” de la Unión Soviética. Sin duda es la novela que más me han recomendado durante este año pero empezaré con ella apena empiece 2014, por lo que es probable que la veamos en este ranking el próximo diciembre. Otra que no he podido leer hasta ahora es “Contarlo todo”, del peruano Jeremías Gamboa, y estoy seguro de que las expectativas serán satisfechas. La leeré en estas fiestas.

Uno de los mejores libros que
leí este 2013. La película me gustó
también.
De los libros que sí puedo hablar, que no entran en la lista oficial, pero que recomiendo también con fervor, son los dos tomos de la antología de cuentos de zombies de J.J. Adams, con lo mejorcito de la literatura de este apasionante género, desde Max Brooks hasta Robert Kirkman, pasando por otros genios y premiados escritores de muertos vivientes. Otro libro que no puedo dejar de mencionar es Cloud Atlas (El atlas de las nubes), de David Mitchell, una obra que entrelaza seis historias en diferentes momentos históricos y la trama invisible que hay entre ellas. “Mitchell escribe como si fuera una máquina de sueños”, se ha escrito sobre esta novela. Altamente recomendable, lástima que la película de los hermanos Wachoswski haya tenido tan malas críticas: a mí me gustó la cinta a pesar de todo. Finalmente otra que no entró en el ranking pero que aconsejo mucho es “El amor de mi vida”, de Rosa Montero. La periodista y escritora española reúne sus artículos alrededor de los libros, la literatura, los escritores… el amor de su vida. Narraciones con datos interesantísimos, buenos análisis y recomendaciones sacadas de la manga por Montero.

Vamos, entonces, con la lista. Y no se olviden: ustedes, ¿qué libros leyeron este año y los recomendarían sin dudar?

1. El teatro de Sabbath – Philip Roth
Una de las mejores novelas de Roth.
Quizá la mejor novela que he leído de Philip Roth hasta el momento, ganadora del National Book Award de 1995. Y eso que otras que he podido leer son realmente geniales como "Pastoral americana" o "La conjura contra América". "El teatro de Sabbath" cuenta la historia del sátiro titiritero Mickey Sabbath, setentón que se resiste a abandonar los placeres que le ha proporcionado durante toda una vida el sexo y la lascivia. Histriónico y delirante, desenfadado y vulgar, Sabbath es tan creativo como libidinoso y en la historia de su vida no solo presenciamos su desmesura, sino también los miedos humanos más profundos, la vejez, la muerte, el ocaso de la sexualidad, la realidad judía, los dilemas del amor, del matrimonio, de la fidelidad y de las convenciones sociales. Un mapa de lo políticamente incorrecto. “Si uno va a leer un solo libro de Roth en toda su vida propongo El teatro de Sabbath como puerta de entrada. Novela bestial en todo sentido, celebrada por Harold Bloom y James Wood”, ha escrito Rodrigo Fresán. Para qué decir más.


2 HHhH – Laurent Binet
Atentado a Heydrich, los que lo
llevaron a cabo y la obsesión del autor.
“Ficción de una historia, historia de una ficción”, se titula la reseña de esta gran novela que a continuación les dejo, publicada por Jerónimo Pimentel en la revista Buensalvaje. Creo que es inútil intentar reseñar yo el libro de Binet sobre el atentado contra Heydrich en Praga -si es que es hay que resumirlo tan injustamente a eso- cuando alguien ya lo ha hecho de manera intachable. Sí quiero decir que es un libro que te absorbe, que te deslumbra, que te inquieta, que te hace compartir las dudas del propio autor, que va y viene en su intento por no ficcionar, que afirma y luego se retracta y luego se vuelve a rectificar. Y se disfruta mucho y se admira a un autor que duda pero que en la duda, acierta. Un ser vivo que va construyéndose paso a paso en la escritura y, lo más rico, luego en la lectura. Como dice Pimentel, “la doble empresa de Binet tiene resultados opuestos: su historia triunfa, lo que significa que su lucha contra la ficción fracasa. Para el lector, esto es una doble recompensa”. Aquí la reseña en buensalvaje. 


3. Cuna de gato – Kurt Vonnegut
El desenfadado estilo de
Kurt Vonnegut.
Este libro era una deuda pendiente con el genial autor de “Matadero 5”, “El desayuno de los campeones”, “La pianola” y “Un hombre sin patria”. (Otra deuda pendiente que aún no saldo con Vonnegut es “Galápagos”). Por fin este año pude hacerme con la nueva edición, ilustrada por Liniers, y salí feliz. Es una parodia ambientada en la República de San Lorenzo, un típico “país bananero”, una isla en la que el protagonista -periodista y narrador- llega con la misión de terminar un relato que empezó al investigar qué hacían norteamericanos prominentes el día que explotó la bomba en Hiroshima. Su pesquisa lo lleva a la familia de uno de los padres de la bomba atómica y las intrigas de los Hoenikker lo llevan San Lorenzo, donde se encuentran todas las respuestas, incluyendo una religión profética, el bokononismo, y un estado gobernado por un dictador con los tornillos sueltos, pero sobre todo una creación aun peor que la propia bomba de Hiroshima: el hielo nueve. El absurdo es un poderoso hilo conductor en una historia que nos revela, con crudeza, la estupidez humana y los cuentos que estamos dispuestos a tragarnos para seguir vivos en una sociedad que no se sabe hasta cuándo podrá continuar. En la contraportada de esta última edición podemos leer lo que escribió el New York Times al respecto: “El momento de leer a Vonnegut es justo cuando se empieza a sospechar que nada es lo que parece. No solo divierte: electrocuta. Y se lo lee con un placer enorme porque te pone los pelos de punta”. Y los ojos bien abiertos.


4.  El pequeño salvaje – T.C. Boyle
Ficción sobre el caso del "salvaje
de Aveyron",
Joya del norteamericano T.C. Boyle basada en la historia real del “salvaje de Aveyron”, un pequeño niño encontrado en los bosques franceses a fines del siglo XVIII, caso en el que se basó también Francois Truffaut para su película homónima de 1970. Boyle, con recursos narrativos sólidos, nos muestra, a través de acciones y cambios, la dura lucha del doctor Itard por civilizar a Víctor, el salvaje. Y en esa difícil empresa el lector se ve enfrentado a preguntas sobre la condición humana: ¿Nace el hombre como una tábula rasa listo para que la sociedad escriba en él sus normas, susceptible de ser educado? ¿O es la sociedad una influencia corruptora? La noción del “buen salvaje”, tratada antes en ficciones como “Tarzán” o “El libro de la selva”, puesta a prueba al máximo. Prometo un update de este breve acercamiento a la novela pronto. Si lo ven en las librerías –lo ha publicado Impedimenta- no duden en comprarlo y leerlo.


5.   Guerra Mundial Z – Max Brooks
Los zombis como pretexto
para abordar nuestra
humanidad.
Este lo leí a principios de año, bastante antes del estreno de la fallida película protagonizada por Brad Pitt, que poco tiene que ver con la gran novela escrita por Max Brooks, un especialista en el tema zombie, que ya antes nos cautivó con su “Guía de SupervivenciaZombi”, de la que hablamos en  nuestroranking del año pasado. Escribí una reseña de este libro para la revista buensalvaje hace unos meses y es mejor dejarles con ese texto. Si no la han leído, lean la novela. Les gustará. Los zombies son solo un pretexto para hablar de cosas que nos tocan a todos:

“Novela. Max Brooks es un experto en el tema. Su Zombi. Guía de supervivencia (2003), un minucioso manual instructivo en caso sobrevenga una hecatombe de muertos vivientes, fue un éxito de ventas. En 2006 publicó Guerra Mundial Z: Una historia oral de la Guerra Zombi, otro bestseller instantáneo, hoy por fin en español y próximo al estreno del film, con Brad Pitt a la cabeza.
Brooks le da a su retrato de la Guerra Mundial Z (GMZ) una verosimilitud hipnótica vía testimonios y documentos de los «Años oscuros». A través de diversas voces reconstruimos el antes, durante y después de un conflicto que casi acaba con la raza humana: desde los primeros brotes y los intentos por encubrirlos, hasta el «Gran Pánico», la «Guerra Total» y la recuperación de un mundo distinto al que conocíamos. El protagonismo recae no en los zombis, sino en quienes vivieron para contarlo: nos hablan de tú a tú, cada uno desde su perspectiva: científicos, médicos, políticos, militares, empresarios y hasta astronautas que atestiguaron todo desde una estación espacial.
Esta no es solo una «historia de zombis». Es un relato extrapolable a nuestra realidad. Con las reacciones de las grandes naciones y de los ciudadanos ante una situación tan extrema, Brooks nos muestra las grietas más insospechadas de nuestra sociedad, de nuestro way of life y de nuestra propia humanidad. Destacan las puyas a los dirigentes mundiales, a las agencias de seguridad, a los intereses económicos que priman sobre las personas; críticas que no esperamos en una novela de muertos vivientes. «Un insólito relato tan difícil de creer como difícil de rebatir», se ha dicho de GMZ. Los zombis son una excusa, el paisaje de fondo de problemáticas más profundas: ¿Cómo enfrentaríamos una situación límite? ¿Quiénes sobrevivirían? ¿Cómo respondería nuestro instinto ante el miedo? ¿Con valentía o cobardía? ¿Soportaríamos la desesperanza de la posguerra? GMZ versa sobre el alma y lo que estamos dispuestos a enfrentar para protegerla. O no tan dispuestos. Quizá los zombis ya están entre nosotros y no nos hemos dado cuenta”.


* EN PROCESO 
La hija del sepulturero – Joyce Carol Oates
La gran J.C. Oates.
Estoy terminando La hija del sepulturero, de Joyce Carol Oates –una escritora que hace rato debería ser Premio Nobel-, y no podía dejar de escribir algo de este libro, a pesar de no haberlo terminado aún (probablemente lo haga antes de que termine este 2013). Trata la historia de la familia Schwart, alemanes que huyen de los nazis en 1936 para recalar en Estados Unidos, donde el padre de familia, ex profesor de colegio, termina encargándose del cementerio de un pequeño pueblo, ya convertido poco a poco en un ser amargado y paranoico. La protagonista, su hija Rebecca, llega muy pequeña a América y se enfrenta con los prejuicios locales contra los judíos y, a la vez, contra los alemanes, en plena época de pre-durante-post guerra. La niña, despojada de manera trágica de toda su familia, y quizá para su bien, emprende “una peregrinación por la América profunda”, que la lleva a replantearse su vida y su forma de ver el mundo, a dominar sus emociones, que están cargadas de odio, insatisfacción, resentimiento, a través del erotismo, el amor y el trabajo duro, en una interminable búsqueda de su real identidad. Es un libro fuerte, desgarrador y por sobre todo muy humano. La fuerza narrativa de Oates es adictiva, te taladra el cerebro a la vez que te llena de emoción. Su capacidad de profundizar en lo que pasa en el corazón y en la mente de sus personajes, así como de retratar su entorno, es realmente admirable: te deja sin aliento. Es una novela larga pero ya estoy en el tramo final. Cierro con una cita de The Herald: “Novelistas como Updike, Roth, Wolfe y Mailer compiten por el título de Gran Novelista Americano. Pero quizá ellos se equivocan. Tal vez el Gran Novelista Americano es una mujer”.

--
BONUS POÉTICO
Al norte de los ríos del futuro

Poesía y ciencia ficción
para volar.
El año pasado puse en mi top 5 “La ciudad más triste”, de mi gran amigo Jerónimo Pimentel.  Una novela que impacta por su cuidado y exquisito uso del lenguaje para introducirnos, a través de la ficción, en el paso de Herman Melville por Lima, retratándonos, en el camino, una ciudad que amamos y odiamos y que, a pesar del paso de los siglos, podemos aún reconocer tanto tiempo después de la visita del autor de Moby Dick. En aquella oportunidad, colgué una crítica externa de la novela, porque me es imposible ser imparcial, dada la amistad que hay detrás. Un año después de “La ciudad más triste”, Pimentel regresa a la poesía y publica “Al norte de los ríos del futuro”, un libro que es unánimemente elogiado por los entendidos que se han manifestado sobre él. Por lo mismo, por no poder ser imparcial y también por no ser la poesía mi fuerte, los dejo con el link del blog Poema Inútil, de otro gran poeta, José Carlos Yrigoyen, donde analiza a detalle esta nueva entrega de Pimentel. Altamente recomendable la lectura del libro de Jerónimo y, por supuesto, de la crítica sobre él en el blog de Yrigoyen. De los pocos libros que se han salvado de su telúrica crítica, dicho sea de paso. Aquí la reseña en Poema Inútil, “Enalabanza del Yo Totalitario” 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Los mejores 10 del fútbol

Inspirado en una pregunta del Facebook de mi amiga Mónica Kuljich, y ya viviéndose el calor del mundial, propongo brevemente una lista de los mejores jugadores que han vestido la camiseta número 10 (o jugado en esa posición). En este ranking no entran cracks de top 10 como Ronaldo, Romario, Muller, Beckenbauer... Nos ceñimos a los 10 del fútbol mundial. ¿Nos olvidamos de alguno?

El rey Pelé.
1- Pelé
No solo el mejor 10, sino el mejor jugador de todos los tiempos en mi humilde opinión, así el fútbol en su época haya sido distinto, más pausado, con otra "configuración". Tres mundiales y más de 1.000 goles hablan por sí mismos. El rey es Pelé.


"D10S".
2. Diego A. Maradona
El otro grande que se disputa la corona como mejor jugador de todos los tiempos. Su talento solo sacó a equipos que sin él no hubieran llegado ni a la mitad de lo que llegaron, como el Nápoles y la selección argentina de 1986 campeona del mundo y la de 1990, subcampeona. El Pelusa fue, en efecto, el D10S, en una época en la que el fúbtol empezaba a cambiar, a dinamizarse, a volverse más trabado. La mejor zurda de la historia.


Zizou
3. Zinedine Zidane
'Zizou' se hizo realmente famoso con sus goles en la final de Francia 98, pero su juego, desde juvenil si uno ve los videos, hasta su etapa de gloria con el Real Madrid, fue deslumbrante, fino, grácil, efectivo, goleador. Un 10 de definición de diccionario, con liderazgo, garra y fútbol a la vez. De su mano, Francia casi vuelve a campeonar, en una final dramática por penales contra un equipo inferior como el italiano. Revolucionó el fútbol francés. Lástima que en 2002 una lesión nos privara de su juego en esa nefasta primera fase (ese último esfuerzo en el tercer partido no fue suficiente). Un genio del fútbol.


3 Balones de Oro consecutivos 83-86.
4- Michel Platini
El actual presidente de la UEFA era el astro del fúbtol francés por excelencia antes de la aparición de Zidane (y los viejos recuerdos del goleador Just Fontaine y su récord tanto tiempo imbatido). Un 10 con pase gol, pero con poder anotador también. Elegante, cuando jugaba de local parecía que el Parque de los Príncipes había sido nombrado así en su nombre. Campeón de Europa con Francia a principios de los 80, también fue protagonista de partidos históricos de los mundiales, como aquella definición en semifinales de España 82 con Alemania en penales con cambios de marcador de infarto. O la eliminación a Brasil en cuartos de final de México 86, partido que Pelé llamaría luego "el partido del siglo", y nuevamente un partidazo con Alemania, siempre con Platini como protagonista y presente en el marcador (incluso fallando un penal, como todos los grandes). Tres balones de oro consecutivos (83, 84, 85). Para qué más. (Si hubiera ganado un mundial, quizá estaría por encima de Zidane?)


5. Lothar Matthaus
El jugador con más partidos mundialistas de la historia.
Motor de esa máquina alemana que campeonó en Italia 90. El jugador que más partidos mundialistas ha jugado en la historia, uno más que Maradona. El capitán más importante de la historia del fútbol alemán después de El Kaiser Beckenbauer. Uno de los primeros miembros del club de los 100 partidos. Don de mando, tiro de larga distancia, pases milimétricos, al final de su carrera elegante líbero (pases desde atrás que terminaron en gol, como contra Bolivia en 1994), Mathaus se ha ganado este puesto a pulso.


6- Lionel Messi
La pulga y sus récords goleadores.
Su carrera aún no termina, y ya está en los tops de todos. Se debate incluso si es mejor que Maradona y Pelé. Para mí, es temprano para decir eso, más aún si no ha logrado a nivel selección lo que ha logrado a nivel personal con sus récords goleadores. Es un delantero que funge como 10 y un 10 que funge como delantero, así de versátil es. Ojalá brille en Brasil 2014. Su puesto definitivo en la historia depende de los años por venir.


7- Zico
Zico, con Brasil y el "Fla".
Otro de los 10 mágicos del fútbol mundial, en una época que tenía otros astros como Platini. Fue el 10 de esa selección maravillosa de Brasil en los 80's, que sin embargo no llegó a ganar nada en los mundiales que disputó. Jugador con una técnica exquisita, de tiros libres mortales o goles de malabarista (uno de sus goles de taco-escorpión en Japón es recordadísimo), Zico es un 10 clásico, que marcó más de 800 goles, cifra astronómica, y fue elegido mejor jugador del mundo en 1983. Leyenda.


8- Roberto Baggio
Comandó a Italia en EEUU 94
"El Divino" es recordado como es jugador diferente que marcó con la camiseta número 15 en Italia 90. En EEUU 94 ya era una estrella indiscutible del fúbtol mundial e Italia le debe a él solo haber llegado a dónde llegó, luego de su gol salvador de último minuto contra Nigeria. En 1993 obtuvo el Balón de Oro a mejor jugador europeo, el best Fifa World Player y el RSS a mejor futbolista del año. Otro genio como Platini y Zico que no ganó un mundial (y que tambíén falló un penal decisivo). Para los amantes del fútbol, los goles, la personalidad y la finura de Baggio en el campo compensan cualquier título no ganado. 27 goles con la selección de su país, 314 en total en toda su carrera.


9- Dennis Bergkamp
Lo principal de Bergkamp es que era un sueño verlo jugar. Un disfrute absoluto. El ratón Ayala todavía debe estar con dolor de cintura en ese gol de ensueño que Dennis hizo para eliminar a Argentina en Francia 98, con un control del balón con el pecho impresionante y una cachetada hacia las redes. Otro gol impresionante de Bergkamp fue con la camiseta de su Arsenal querido, el famoso autopase en el area, propio de un contorsionista. Con su selección no logró lo que Cruyff o Robben -llegar a la final del mundial- o lo de Gullit y Van Basten -ser campeón de Europa-, pero su clase, su estampa de 10 lo mete en el ranking (Gullit podría estar perfectamente).


10- Teófilo Cubillas
Aunque parezca que lo pongo por ser peruano, no lo es. 10 goles en 2 mundiales (en España 82 no marcó) hablan por sí mismos, solo superado por jugadores de la talla de Klinsmann, Ronaldo, Klose o Muller. Los goles de Cubillas fueron famosos en todo el mundo, el mejor diez de la selección peruana y de los que más brillaron en los mundialesde los años 70, 78 y 82. Dueño del récord de máximo goleador de la liga portuguesa por 30 años hasta que el brasilero Jardel se lo arrebatara en a fines de los 90's. Un jugador que demostró en las grandes lides mundialistas su clase.





Bonus Track:
Michael Laudrup y Enzo Francescoli

Dos 10 que no pueden estar ajenos a un ranking de este tipo. El 10 danés, que pasó por Barcelona y Real Madrid, así como por mundiales, derrochando clase, es uno de los más importantes. Precisamente en 1986 se enfrentó, en un partido donde ambos anotaron, al Príncipe Francescoli, héroe de niñez de Zinedine Zidane, de lo mejor de sudamérica con Maradona, Messi, Cubillas, Rivaldo, Rivelino (si es que fue 10 del todo), Zico y otros. Jugador que hacía goles de todas las facturas, desde vaselinas hasta tijeras, chalacas y tiros libres. Laudrup y Enzo, dos cracks.



jueves, 25 de julio de 2013

Libertadores y Champions: solo 7

Dinho hace historia al final de su carrera.
Solo le falta ser campeón del Mundial de
Clubes para haberlo ganado todo.
Ronaldinho Gaucho acaba de ser el estandarte del Atlético Mineiro en su campeonato de la reciente Copa Libertadores 2013, frente al Olimpia paraguayo. Este título hace que "Dinho" esté cerca a haber ganado todo: Supercopas, Ligas, Mundial, Libertadores, Champions... Solo le falta el Mundial de Clubes, que tentará a fin de año frente al Bayern Munich de Guardiola (y Pizarro, quien lo supera en la tabla de goleadores sudamericanos en copas europeas por largo -solo le ganan al Bombardero Messi y Di Stefano).

Este título además lo convierte en el séptimo jugador en ganar la Libertadores y la Champions en su carrera (y el único Balón de Oro en conseguirlo). Repasemos quiénes son los otros seis.

1) Cafú.
El mítico lateral de la selección brasilera, campeón del mundo en Estados Unidos 94' y Japón-Corea 2002, fue bicampeón de la Libertadores en 1992-1993 con ese Sao Paulo mágico dirigido por Telé Santana y con jugadores como Palinha, Rai y Zeti. Luego, recaló en el A.C. Milan, con el que fue campeón de la Champions en 2007. Por si fuera poco, es el único jugador del mundo que ha jugado tres finales consecutivas de un mundial.

2) Dida
El arquero brasilero, símbolo de la selección brasilera durante varios años, consiguió el campeonato de la Libertadores frente a un equipo peruano: en aquella recordada final entre Sporting Cristal y Cruzeiro de 1997. Luego, con su selección, fue campeón del mundial de 2002 con Cafú y Ronaldinho, y en su equipo, el A.C. Milan levantó la orejona de la Champions en 2003 y luego en 2007 también con Cafú.

3) Roque Junior
También campeón del mundo del 2002 con "Dinho", Cafú y Dida, Roque Junior fue campeón de la Copa Libertadores tres años antes, en 1999, con el Palmeiras, luego de ganarlo todo en su país: la Copa Paulista en 1996 y la Copa de Brasil en 1998. Roque Junior un año después del mundial, en 2003, levantó la Champions junto con Dida con el A.C. Milan.

4) Carlos Tévez
El "Apache", que últimamente ha jugado en el Manchester City con alguna resistencia y acaba de ser contratado por la Juve, salió de Argentina en 2004 luego de haberlo ganado todo con Boca Juniors en menos de dos años: la Copa Sudamericana 2003, la Copa Intercontinental, el campeonato de su país en 2003 (le faltó la Supercopa de ese año, que perdió frente a Cienciano), y por supuesto la Copa Libertadores. Pasó al Corinthians de Brasil, donde ganó el Brasileirao de 2005, partió a Europa para salvar al West Ham del descenso y llegó a los Red Devils del Manchester United, donde levantó muchas copas: la Premier League 2008 y 2009, la Community Shield 2008, la Football League Cup 2009 y la Champions 2008. Finalmente, ganó el mundial de clubes ese año, curiosamente el título que le falta a Ronaldinho (aunque a Tévez le falta el Mundial, una presea aún más deseada).

5) Walter Samuel
El rudo defendor argentino salido de New Old Boys de Rosario ganó la Copa Libertadores en 2000, en un campeonato recordado por ser la primera final de Libertadores que jugaba Boca luego de 22 años de ausencia (esa década la marcaron los triunfos de Carlos Bianchi). El jugador que luego partió a Europa y pasó por importantes equipos recaló en el Inter de Mourinho, donde completó este doblete de oro Libertadores-Champions cuando el equipo de "Mou" le ganó la final al Bayern Munich en el Santiago Bernabéu en 2010, diez años después de aquella Libertadores para los xeneizes.

6) Juan Pablo Sorín
Luego de un excelente campeonato mundial juvenil Sub-20 de 1995 con Argentina, donde fue campeón, fue  contratado inmediatamente por la Juve de Turín, alternando en el equipo que campeonó la Champions 1995-1996. Luego, regresa a Sudamérica para ser titular en ese River Plate soñado de Francescoli, el Burrito Ortega y Hernán Crespo, dirigido por el Pelao Díaz, donde fue campeón de la Libertadores.