lunes, 26 de septiembre de 2011

Periscopio a la vista

Volvemos al cine después de bastante tiempo. Fuera de los grandes tópicos, como "comedia", "drama", "acción", "terror", etc., están también las películas temáticas: las de juicios (ya se viene muy pronto un post sobre esto, pues me encantan), las de zombies (¡idem!), las de desastres naturales, y un larguísimo etcétera. Esta vez se me ocurrió hacer una lista de películas de submarinos, pues también me gustan mucho, cosa irónica porque soy bastante claustrofóbico. Se acaban de cumplir 100 años de los submarinos en el Perú y es una buena ocasión para tocar este tema. No sé si haya muchas, si ustedes conocen alguna buena que no esté en el listado, compártanla.  Y si difieren con mi elegidas, por supuesto que también están invitados a rajar todo lo que quieran. Además de las que están en la lista, están Torpedo, con Clark Gable, o la genial The enemy below, con Robert Mitchum, aunque es más la historia de dos barcos que tienen a un submarino en medio. Bueno, aquí va la lista.

1.-  A la caza del Octubre Rojo - 1990



Quizá la que sigue en la lista pueda ser considerada mejor película, pero aquí también hay ingredientes emocionales, y para mí, en mi educación emocional-cinematográfica, The hunt of the Red October, con un reparto de lujo que incluye a Sean Connery, Alec Baldwin, Scott Glenn, James Earl Jones y Sam Neill, y dirigida por John McTiernan, autor de películas memorables como Predator y Die Hard, es "the top of the top". Basada en un clásico de Tom Clancy, con el analista de la CIA Jack Ryan como protagonista (que, además de Baldwin, han caracterizado Harrison Ford en Juego de Patriotas y Ben Affleck en La suma de todos los miedos), se trata de un submarino nuclear ruso cuyo capitán busca desertar y entregarlo a los estadounidenses, situación que los rusos tergiversan para que, con una supuesta alerta de ataque nuclear a EE.UU., la marina gringa se encargue de destruirlo. Ryan, analista de la CIA, conoce al capitán a la perfección y será clave para evitar que hundan su submarino, rescaten a la tripulación y su gobierno se haga con el submarino. Muy aparte del argumento, y del tratamiento cinematográfico que hacen de esta película una clásico, me gusta mucho que, por ejemplo, la historia empiece en el submarino ruso, con todos hablando en su idioma, EL RUSO, con subtítulos en inglés, para luego compartir con el espectador un código para evitar el impasse linguístico durante las 2 horas de film y que el acento escocés de sir Sean no suene falsete, error que cometen tantas películas gringas que, a lo más, hacen que sus actores gringos hablen con mote ruso o alemán.

2.- Das Boot (El Barco) - 1981



Considerada la mejor exponente de las películas de submarinos, este film de un temprano Wolfgang Petersen, antes de que entrara a la industria hollywoodense, es sin duda un clásico. Esta película 100% alemana tiene dos versiones, la "teatral", de 210 minutos, y una extendida, "The Director's Cut", de más de 300 minutos. La fotografía, ambientación y la interpretación de los actores son impresionantes. La experiencia claustrofóbica del submarino se siente más que en ninguna otra película de este subgénero que yo recuerde: la angustia puede sentirse. El argumento involucra un submarino alemán en una misión de ataque a barcos mercantes ingleses, misión en la que los tripulantes se verán enfrentados a sus propios demonios. La crítica señala que esta película, a pesar de ser genial, es bastante "anti-nazi", tomando en cuenta que la flota de submarinos de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial es especialmente leal a Hitler. ¿Una especie de autocrítica? ¿Una manera de decir que no todos pensaban lo mismo? ¿Una necesidad comercial en un mundo occidental que condenaba el nazismo? Sea lo que sea, es un pequeño precio que pagar para una joya como esta. Por eso decía que, en rigor, esta debería estar en el número 1 de la lista.

3. K-19: The Widowmaker - 2002



A pesar de no contar con grandes actuaciones, salvo quizá la del siempre talentoso Liam Neeson (Harrison Ford, como siempre, termina cumpliendo pero no brillando), y a pesar de tener ese defecto del que hablábamos donde los rusos hablan como gringos con mote, esta película llega a conmover, quizá también por estar basada en un hecho de la vida real: la tragedia del K-19, el "hacedor de viudas", y por la muy buena dirección de Katheyn Bigelow, que una vez más demuestra cómo ningún tema le es ajeno, menos si es de guerra (lo demuestra aquí como en su película ganadora del Oscar, The Hurt Locker). El tono visual de documental, la siempre presente atmósfera claustrofóbica, no tan bien lograda como en Das Boot pero muy presente, y sobre todo la relación tensa entre el capitán interpretado por Ford y su primer oficial, en una destacada actuación de Neeson. Como veremos en la siguiente de la lista, Crimson Tide, este es un recurso que en un submarino funciona bastante bien. y este película emociona también porque habla de la lealtad que va más allá de la razón, del compromiso de unos marineros con su patria, de un espíritu de comunidad -los camaradas- que los lleva a enfrentar la muerte para salvar a sus compañeros y, por la trama que involucra un accidente nuclear, a su país también de las posibles represalias del enemigo en aquella Guerra Fría (la historia está ambientada en 1961) donde hasta un fósforo podía encender el mundo (y a punto estuvo de hacerlo). No quiero develar finales para quienes no hayan visto la película y se animen, luego de leer esto, a verla, pero es una historia de héroes, de verdaderos héroes, y de la injusticia que a veces enfrentan los amantes de su patria debido a la sucia política. Una gran película.


4.- Crimson Tide (Marea Roja) - 1995



Otra película de submarinos con reparto de lujo: nada menos que Gene Hackman y Denzel Washington, de por sí bastante joven, y un aún más imberbe Viggo Mortensen. La película no está al nivel de las mencionadas anteriormente, al menos no de las dos primeras, pero la presencia de Gene Hackman se lleva más del 50% de la misma. Nos cautiva. Nos lleva de la mano. El film comienza con una frase: "Los tres hombres más poderosos de la tierra: el presidente de Estados Unidos, el presidente de Rusia y... el capitán de un submarino nuclear". A diferencia de la anterior, el protagonismo de la actuación es decisivo. Tan importante es el papel e interpretación de Hackman y bien vale la mención de esta película en esta lista. Como se comentó, la tensión de la trama va entre la misión del submarino y la relación entre el capitán y su segundo al mando, interpretado por Washington. Aquí tambíén este contrapunto entre capitán y primer oficial, entre la misión y el motín, es bastante bien utilizado. Recomendable.


5. U-571 - 2000 





Buenas interpretaciones, encabezadas por un prometedor Mathew McConaughey (que ya venía de hacer Amistad en 1997 pero luego se dedicaría a hacer películas del montón, como Sahara o Ed Tv), y sobre todo Harvey Keitel, esta película. también inspirada en una historia real, cuenta la historia de un submarino estadounidense que busca capturar, sin que los alemanes se enteren, de la máquina codificadora Enigma, vital para descifrar los códigos secretos de la flota nazi. No voy a detallar los pormenores de la película, solo decir que la historia del oficial interpretado por McConaughey nos lleva de la mano hacia un liderazgo que se va aprendiendo en el camino y donde las papas queman. Destacan también en esta película el espíritu de compañerismo, el dar todo por el grupo, lo que curiosamente esta presente en la otra de las 5 películas que está basada en un hecho real, la historia del K-19. Esto nos habla, me atrevo a decir, del coraje y la unión de cuerpo que existen en las fuerzas armadas, en especial en este tipo de naves donde la soledad, el espacio reducido y el peligro potencian aún más el sentimiento de pertenencia y de familia. Cabe resaltar que el productor de esta película fue el ya fallecido Dino de Laurentiis y que ganó el Oscar a la mejor edición de sonido, algo que destaca desde  desde que los protagonistas emprenden su misión en altamar. Y vaya que el sonido es importante en una película de submarinos.

martes, 6 de septiembre de 2011

El Ojo y la Cámara (Fotos x 5)

En el último post, que fue bastante bien recibido por los amantes del arte, que al parecer son mucho más de lo que uno imagina, hice una lista de mis pinturas favoritas. Así que para esta vez me dije por qué no de mis fotos favoritas. Cierto que el “universo” se reduce mucho más, y mis conocimientos de fotografía, al menos de las fotos que existen, son bastante más reducidos –todavía más- que las de arte. Pero todos tenemos nuestros favoritos, sepamos mucho o poco, y de eso se trata este blog: poder seleccionar un pedazo de realidad (como lo haría un fotógrafo con su lente), y destacarlo. Para recordarlo, por supuesto. Para compartirlo. En estos tiempos donde nos vemos bombardeados por información de todos los frentes, donde estamos sobrealimentados de datos, videos, imágenes y textos, hacer una lista es reconfortante pues permite separar la paja del trigo y luego el trigo bueno del trigo premium, por así decirlo, y quedarnos con ese trozo de universo con el que nos quedaríamos para siempre. Y ese universo es el nuestro, por supuesto, construido con los años, con nuestro aprendizaje emocional, sentimental, cultural, y mediático, por qué no. Nosotros somos dueños de ese universo. Y nosotros somos los amos de las listas que hagamos del mismo: los highlights de nuestra existencia.

En esta lista de fotos, he puesto mis favoritas, que no siempre son por razones sublimes, como se puede apreciar en las fotos de guerra (algo así como la fascinación que genera Guernica, digamos). He dejado bastantes de lado, también icónicas, también que me gustan mucho, desde la famosa foto de la niña de National Geographic, que luego fue fotografiada de adulta, con la misma penetrante mirada de ojos verdes. O la foto del hongo atómico o aquella del Che Guevara que ahora adorna, para bien y para mal, miles de camisetas alrededor del mundo. El horror no siempre ha sido transmitido en guerras, al menos no tradicionales: cómo olvidar las fotos de la gente cayendo desde lo alto de las torres gemelas para escapar de las llamas y de la asfixia.  Incluso aquella foto de Iwo Jima, donde los soldados estadounidenses supuestamente coronan la cima con la bandera de su país, cuando luego se descubrió que todo fue un montaje.  Y qué decir de Neil Armonstrong en la Luna, o la foto en la que se ve el planeta Tierra desde el espacio. Y el deporte también está presente, con aquella famosa foto que reveló la mano de Dios de Maradona en 1986 o el mega oom a la oreja de Evander Hollyfield, momentos después de que Mike Tyson se la arrancara de un mordisco. Y siguiendo con el box, esa foto del primer round de la segunda pelea Ali vs. Liston donde se ve al mítico boxeador gritándole a Liston caído en la lona . En fin, hay demasiadas, ahora que lo pienso. Aquí mi lista de favoritas más un bonus track polémico. Los aliento a que compartan las suyas.


1. Behind the Gare St. Lazare, París - Henry Cartier-Bresson

Tomada entre las rendijas de la cerca
con su legendaria Leica.
Me encanta el trabajo de Henry Cartier-Bresson, considerado el padre del fotoperiodismo y cofundador de la mítica agencia Magnum junto a Robert Capa y David Seymour. También fue fundamental en el desarrollo de la llamada “fotografía de la calle”, pues esperaba, con su Leica en mano, en plena ciudad a que “el momento decisivo” ocurriera. La fotografía que aquí reproduzco es una de sus más famosas y en ella se expresa a la perfección este concepto, que desarrolló en su libro homónimo de 1952, cuya portada ilustró Matisse. Sobre esta foto el fotógrafo dijo: “Sucede que yo estaba con mi cámara viendo a través de una rendija de la cerca que rodeaba este lugar en el momento exacto en el que el hombre saltó”. En una entrevista de 1957, Cartier-Bresson expresó sobre “momento decisivo”: “Existe una fracción de segundo creativa cuando tomas una fotografía. Tu ojo debe ver una composición o una expresión que la vida misma te ofrece, y tú debes saber, con intuición, cuando disparar la cámara. Ese es el momento en que el fotógrafo es creativo. ¡Oh! ¡El momento! Una vez que lo pierdes, se va para siempre”. Otras de las imágenes que quedan en mi memoria son todas las que tomó al cubrir el apoteósico funeral de Ghandi en 1948. Un verdadero maestro.

2. El Beso del Hotel de Ville - Robert Doisneau

El amor en París. Fue posado, pero no importa.
Fue un encargo de la revista American’s Life sobre los enamorados en París, en 1950. Obviamente lo que consiguió fue una serie que tituló Besos, pero el más famoso, el que trascendió hasta hoy, es este de una desconocida pareja besándose frente al ayuntamiento de la Ciudad Luz. A diferencia del maestro Cartier-Bresson y su “momento decisivo”, esta foto, que en un inicio todos pensaron que retrataba a una pareja cualquiera captada en el preciso instante de su apasionado beso en París, Doisneau le propuso a los protagonistas, estudiantes de arte dramático, darse ese gran beso en ese determinado lugar. Los había conocido en un café parisino. Pero la obra de arte no solo está en captar el momento exacto de un acto irrepetible, sino también orquestar una situación que represente algo más que lo que se ve en la imagen, y eso hizo Doisneau: su serie y especialmente este Beso del Hotel de Ville es un símbolo del amor, de la propia ciudad de París como capital mundial del romanticismo, y acaso toda una época. Por supuesto que es una imagen que ha reportado millones a través del tiempo. Debo confesar que tengo un rompecabezas en casa a medio armar de esta poderosa y significativa imagen. El blanco y negro complica bastante que lo culminé. Algún día lo haré.


3- El hombre del tanque en Tian’anmen (o el rebelde desconocido), 1989 - Jeff Widener

Toda tragedia tiene héroes.
Resulta curioso que Tian’anmen signifique “Puerta de Paz Celestial”. Y acaso fue eso lo que ese anónimo chino quiso reivindicar al pararse temerariamente frente a aquellos tanques en 1989, en una de las instantáneas más famosas de la historia. Valentía, idealismo, desigualdad de fuerzas, fragilidad, coraje, este acto, y sobre todo su documentación a través de la cámara, en un área donde son más los tanques que las personas (4 contra 1), quizá refleje a la perfección una etapa, ese convulso 1989, la China comunista más recalcitrante que hoy, 20 años y trances ideológicos después, es la primera potencia mundial. Cabe señalar que las manifestaciones de los estudiantes chinos tuvieron lugar entre abril y junio de 1989, y que dicha movilización fue violentamente suprimida por el Ejército Popular de Liberación. Se estima que murieron más de 2.000 personas y que entre 8 y 10 mil resultaron heridas. Esta foto fue tomada el 5 de junio y fue galardonada con el World Press Photo de aquel año, aunque fueron 3 los fotógrafos que llegaron a inmortalizar el momento: los estadounidenses Jeff Widener (AP), Charlie Cole (Newsweek) y el británico Stuart Franklin (Magnum, para Time). La historia detrás de la foto que vemos, obra de Widener, es increíble, pues el fotógrafo había sido asaltado por la policía china la noche anterior, llevándose todos los rollos que había tomado de las agresiones. Por eso, al tomar la foto de este hombre frente a los tanques, Widener escondió de inmediato el carrete en la cisterna de un inodoro, con lo que la policía, al registrar la habitación, no pudo encontrarla.

4. Cong Huynh, Vietnam - Nick Ut

La pequeña Kim Phuc en pleno ataque con
Napalm en Vietnam.
Phan Thi Kim Phuc, de 9 años, en el centro de la foto, corre de la escena donde los aviones de las tropas sudvietnamitas han lanzado Napalm, en Trangbang, Vietnam del Sur. Esta foto, tomada por Nick Ut para la Associated Press y ganadora del Premio Pulitzer de Fotografía, es realmente fuerte, trágica, traduce el horror de la guerra y no puedo decir que sea una favorita al estilo de El Beso del Hotel de Ville, pero sí una obra maestra del fotoperiodismo, por lo que transmite, por lo que significa y significó, por lo que aún proyecta: el absurdo de la guerra, lo cruel del ser humano, y, por supuesto, la gran capacidad de empatía y solidaridad que también tenemos los hombres y mujeres del mundo, unidos en nuestro rechazo a imágenes como esta. Cabe decir que Kim Phuc se propuso estudiar medicina en Cuba, aunque fue impedida de hacerlo para hacer propaganda pro-Vietnam durante su juventud. Luego, pudo continuar su carrera y se convirtió en una abanderada del perdón y la lucha contra toda clase de guerras, dando charlas por todo el mundo, como su ensayo “El largo camino al perdón”. Tiene una fundación que se encarga de esta causa, en pro de las víctimas infantiles de guerra, incluso hasta los afectados en la invasión de Iraq de 2003, luchando hasta el presente. Una de sus más famosas frases es esta: “Aún tengo muchas cicatrices en mi cuerpo y sufro mucho dolor casi todos los días, pero mi corazón se ha sanado. Napalm es muy poderoso, pero la fe, el perdón y el amor son mucho más poderosos aún”.

5. Albert Einstein, por Arthur Sasse

Einstein en gesto inmortal.
En realidad estaba molesto
cuando se la tomaron.
Esta foto es un icono de nuestro tiempo. El genio rebelde y loco, el científico que se sale del cuadro y saca la lengua. Y eso fue lo que siempre me llamó la atención de la imagen. ¿Cómo podía sacar la lengua, así como así, este genio? Einstein ha mostrado muchas facetas, pero ¿esta imagen no era ya algo demasiado gráfico? Así que hace ya tiempo me decidí investigar al respecto. Con Internet no es difícil encontrar la realidad del asunto. No es que Einstein estuviera haciendo el payaso, sino que estaba, por el contrario, molesto, verdaderamente molesto. La foto fue tomada en 1951, a la salida de un homenaje a Einstein por su 72 cumpleaños en la Universidad de Princeton. Al parecer, el científico fue acosado por la prensa, y tras pedir reiteradamente que lo dejaran en paz –se dice que repetía “¡Basta ya, basta ya!”- pues no se le ocurrió mejor cosa que sacar la lengua para estropear cualquier fotografía que le pudieran sacar. ¡Así de vengativo era don Albert! Si uno busca la foto original, la cara de Einstein no está “enmarcada”, sino que el protagonista está entre otras dos personas. Luego de publicarse la imagen, el propio Einstein pidió al autor nueve copias para su uso personal. Una de ellas, subastada por supuesto, contiene la dedicatoria del gran científico al periodista de la ABC Howard K. Smith: “Este gesto te gustará, porque va dirigido a toda la humanidad. Un civil puede permitirse hacer lo que ningún diplomático se atrevería. Tu leal y agradecido oyente, A. Einstein ‘53”. Parece que don Albert, una vez publicada la foto, se dio real cuenta de lo que significaba la instantánea: un legado. Y que así se le recordaría, al menos gráficamente, en los años por venir.


--
BONUS TRACK
Loyalist Militiaman at the Moment of Death, Cerro Muriano, 1936 – Robert Capa

Polémica foto de Capa.
Tomada en su cobertura de la Guerra Civil Española, también es conocida como la foto del “Soldado caído”. Si bien esta foto ha sido cuestionada por especialistas e historiadores, desde el lugar donde fue tomada hasta sobre la veracidad de la espontaneidad de la toma –se dice que fue escenificada-, sin lugar a dudas ha quedado como una de las fotos más emblemáticas de la historia, y cuyo misterio, por decir algo, no podrá ser del todo resuelto. Se supone que es el momento exacto en el que el combatiente es abatido, y el efecto es realmente devastador y único. Incluso si fue escenificada, el impacto de lo que vemos es tremendo. Me pareció que, controversias aparte, tenía que estar presente en esta lista. También son famosas sus espectaculares fotos del desembarco del Día D en la Segunda Guerra Mundial: impresionantes.