No redundemos. Decir que ha sido el mejor concierto que el Perù haya visto, que la interpretación de 'Macca' fue impecale y vital, que el sonido mejor no pudo estar y que los juegos visuales a lo largo de todo el concierto fueron brillantes y emotivos, está de más. Tampoco que valió cada centavo pagado desde donde uno estuviera, así como el tráfico sufrido, la larga caminata hasta el estadio, la espera, el cansado regreso y madrugar para trabajar al día siguiente. Lo de la noche del 9 de mayo fue impresionante e histórico. Aquí menciono 5 “categorías” que creo fueron lo más destacable o anecdótico dentro de un monumento de concierto, momentos inolvidables, digamos, sin contar, por obvia, la salida de Sir Paul al escenario, permitiéndonos el privilegio, por primera y quizá única vez de ver a un Beatle, a un hombre que cambió la música y que la sigue viviendo como el primer día. Ese solo instante, cuando McCartney entró al escenario para luego decir que estaba feliz de estar por fin en el Perú, era suficiente. Pero no. Se vendría más, mucho más. Obviamente, los invito a contar, si estuvieron allí, qué les gustó más del concierto, complementar esta lista con algo que yo no haya considerado tan importante o no me haya percatado, o, si lo han visto en otro país, qué coincidencias o diferencias pueden encontrar con lo aquí narrado. Para los que no fueron, mi intención no es sacar cachita, sino compartir, al menos con una narración y a punta de fotos y videos lo que los afortunados que fuimos pudimos disfrutar. Solo le pido a Dios… que regrese 'Macca'.
1. Su interacción con el público: ¡Viva el Perú, carajo!
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Emotivo momento con la bandera peruana. |
Paul McCartney se robó el corazón de las más de 40 mil personas que llenaron el Monumental. De eso no hay duda. Pero el punto es que no solo fue por la calidad de su música y de su vital interpretación, como si fuera todavía el jovencito juguetón de Liverpool. También es porque se metió al bolsillo al público desde el pitazo inicial. Jugó con la gente, bromeó, hizo el payaso, se dio el trabajo de hablar bastante en español, en fin, interactuó con el público con una sencillez poco vista en otros artistas, mucho menos en las megaestrellas de la talla del ex Beatle. ¿Quién dijo que los ingleses eran flemáticos? Paul fue todo menos inglés, en ese sentido. Lo más recordado de la noche fueron sin duda las dos veces que gritó
“¡Viva el Perú, carajo!” (darle click para ver el video), pero también estuvieron sus muecas, su juego con sus tirantes, sus contoneos, su compenetración con el público para hacerlo cantar o repetir sonidos o tonadas, o las pequeñas cosas que se notaba que hablaba con las fanáticas de la primera fila, así sea a través de guiños reproducidos a la perfección por las dos mega pantallas HD del escenario (algo creo nunca antes visto en el Perú). Dicho sea de paso, dentro del público desaforado, como uno más entre la muchedumbre, se pudo ver en las pantallas al cantante nacional Gianmarco totalmente absorto (parece que fue chiripa la toma). Dentro de esta interacción, destacó el coreo final de “Hey Jude”, que incluyó una separación entre hombres y mujeres, mientras McCartney bromeaba alentando a cada parte. Nueva conexión con el público: al volver por primera vez al escenario lo hizo corriendo,
con una enorme bandera peruana ondeando. El estadio entero coreó “Perú, Perú, Perú” (algo que en esta coyuntura de polarización política hizo sentir un raro momento de comunión, llámenme naif o patriotero, si quieren. La gente incluso coreó "Paul presidente", vean el video, donde además se ve la fabulosa "Day Tripper"). Y, bueno, un momento cumbre con el público fue su improvisación del coro “Olé, olé, olé, olé, Paul, Paul!”, que algunos empezaron a corear tímidamente entre una canción y otra, para que el Beatle, en un rapto simpático de aquellos, empezara a puntear con su guitarra la tonadita, despertando así a todo el estadio, que gritó rabioso el corete bendito, apoyado por toda la banda. Fue, en la práctica, una canción más del repertorio de la noche y es el video que está colgado encabezando este punto. Inolvidable.
2.- Las guitarras de Paul (y sus pianos)
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Algunas imágenes de los instrumentos utilizados por 'Macca' en Lima. |
Algo que llamó la atención e hizo que mucha gente comentara y se mirara maravillada entre sí fue la manera en que Paul cambiaba de guitarras. No es que otros músicos no lo hagan también, pero en un momento llegó a ser tan seguido, cambiando de instrumento para cada canción, que era imposible no sonreír y decir “¡Otra! ¡Una más!”. No soy experto en instrumentos musicales (espero que mi amigo Ernesto Lúcar, viendo las fotos, y si lee este post, por supuesto, me ayude), pero McCartney pasó por guitarra acústica, bajo, mandolina, violín eléctrico y una guitarrita que no sé cómo se llama (¿Banjo?), entre otras, para un total de 8 guitarras diferentes, al menos en lo que pude contabilizar (que alguien me corrija si meto la pata, por favor). Además, usó su tradicional piano de cola, para al final cambiarlo por un simpático piano sicodélico. Fue un detalle anecdótico, que otros artistas también acostumbran (hasta Pedro Suárez Vértiz, huácala), pero digamos que McCartney es un ícono de la música y fue todo un placer ver a un genio musical tocar todo lo que sabe. Realmente admirable.
3.- El homenaje a George: Something
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Paul y George. |
Aunque primero hizo que el estadio aplauda al cantar la canción que le dedicó a John Lennon (“Dear Friend”), diciendo en español “esta canción la compuse pensando en mi amigo John”, y que es además de preciosa, significativa (el estadio entero suspiró, digamos, con la parte de la letra que dice “I love you”), uno de los momentos más emotivos de todo el concierto, y una de las canciones que más cantó el público (más que “Yesterday”, diría yo), fue cuando Paul dijo, en español también, “y ahora esta canción va en memoria de mi amigo George”, y empezó, mandolina en mano (insisto, ¿es una mandolina?), “Something”, ese gran gran tema compuesto por el mejor de los Beatles para muchos, que falleció a principios de los años 2000 víctima del cáncer. La canción no solo fue recibida con una ovación, y cantada con fervor. También emocionaron las imágenes proyectadas en la pantalla del escenario, con Paul y George juntos en blanco y negro, y luego muchas, muchísimas fotos y videos de Harrison en distintas etapas de su vida como Beatle y como solista. Momento Kodak. (No dejen de ver el video, que lo encontré en Youtube, pero he visto que es cortesía de mi buen amigo Milton Vela).
4.- Picos musicales
Pasemos a la música. Si bien fue McCartney el que tocó en Lima, es como si los cuatro Beatles hubieran estado presentes. Sir Paul tocó sus temas de solista con Wings, como “Jet”, “Let me Roll It”, la fabulosa “Band on the run” (uno de los picos de la noche, aunque no fuera beatle), o la apoteósica canciónl antes del encore “Live and Let Die”, que es protagonista de nuestro siguiente punto, pero el espíritu que se respiró fue esencialmente Beatle. Estuvieron presentes extractos de toda la maravillosa carrera del cuarteto de Liverpool. Debo destacar algunos momentos cumbre: uno inicial fue “All my Loving”. Un poco más adelante, aunque más sweet, “And I love her”. Un poco más allá, “Eleonor Rigby” y “Drive my Car”. Y luego “I’ve Got a Feeling”. El momento pico ya mencionado con “Something” hacía presagiar más explosiones en la tribuna, que ya empezó a volverse eufórica –más- con “Ob-la-di Ob-la-da”. Pero los bombazos vinieron en los tramos finales del concierto, antes de los dos encores que nos regaló Paul, con “Let it Be” y “Hey Jude”, especialmente esta última, que casi trae el estadio abajo. “Yesterday”, que la cantó en el segmento final, no causó el revuelo que se hubiera esperado, cosa que sí lograron “Day Tripper” y especialmente “Get Back”. En fin, un Beatle es un Beatle. Sir Paul es Sir Paul. Y, la verdad, con este mago de la música, The Wings es The Wings. No hubo una canción mala ni mal recibida por el público. Todas fueron vitoreadas, bailadas y, sobre todo, vividas al máximo. Solo me he limitado a pasarles el resaltador amarillo a algunas que destacaron en un concierto ya de por sí destacable, sin puntos bajos.
5.- Live and Let Die: El Bombazo inesperado
Si bien la canción y el momento más emotivo y vibrante del concierto, a mi parecer, fue “Hey Jude”, la bomba de la noche sucedió una canción antes, con “Live and Let Die”, de Wings, cuando en su parte instrumental, intensa y rockera, llamaradas de fuego, explosiones y un impresionante alarde de fuegos artificiales sorprendieron a los asistentes, por más que se sabe que McCartney suele hacer esto en esta canción. Lo que pasa es que el ambiente del concierto, si bien harto vital, te hace olvidar que un poco de pólvora podía caer bien después de todo. Por favor, gocen el video, también de Milton Vela, que lo vivió a diez metros.
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Bonus Track
Las olas antes del concierto
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Monumental en proceso de repletarse.
Luego vendrían las olas. |
Quizá el escenario ayudó: un estadio de fútbol. Pero en efecto, como si de un partido de la selección se tratara, 45 mil personas empezaron, tibiamente primero, a hacer olas, que se cortaban en los huecos que aún había en las tribunas, y que el escenario terminaba de truncar. Pero faltando muy poco para que comenzara el espectáculo, cuando el Monumental lucía repleto, desde tribunas, palcos y campo, mientras las dos enormes pantallas de altísima definición pasaban una serie de fotos y videos de la historia de Paul y de los Beatles que duró 20 minutos, las olas comenzaron con frenesí. Comenzaban en Norte para continuar por Occidente, y, a falta de Sur, eran seguidas por la gente en el campo, que le dio el pase a Oriente para llegar nuevamente a Norte. Fue impresionante: 7 olas seguidas, sin parar, que terminaron finalmente en una ovación de aplausos que, casi casi, empalmó con la entrada del ex Beatle en su saco celeste.
El momento de tributo a Harrison fue lo maximo, con Something y las imagenes en pantalla, iniciando en acustico y siguiendo en eléctrico. Suscribo todo lo demás que has dicho. Me hubiera gustado que toque de Wings: Silly Love Songs, Hope of Deliverance y por suspuesto My Love dedicada a Linda McCartney. Claro también alunas de él en Beatles que me gustan (como Here, there and Everywhere y varias más). Me gustó la parte de Give peace a chance de Lennon y con toda la gente jurandose hippie y haciendo el simbolo de amor y paz con las manos. Todo lo demás ya lo dijiste.
ResponderEliminarDe acuerdo totalmente con todo. Fue un concierto de primera y el estar ahí fue un privilegio. Qué pena que la nitidez del sonido se pierda por las grabaciones hechas en celulares por la prohibición de llevar filmadoras y cámaras.
ResponderEliminarFelicitaciones por esta entrega en tu blog.
Juan, de acuerdo, la de Give Peace a Chance, coreada por todos al final de la canción, fue un momento cumbre también. Y si, si faltó alguna fue My Love, sobre todo porque normalmente la toca.
ResponderEliminarHey! bacán el recuento! Muy feeling de tu parte. Dos cositas, a ver si te ayudan. La canción tributo para Lennon se llama "Here Today" y procura siempre tenerla en su repertorio (desde el 2002 me parece). Y si, el I love you fue brutal. Lo otro, no estoy segura si es una mandolina, pero podría ser un Ukelele? Lo digo por el sonido (la mandolina es un poco más estridente, por decirlo así).
ResponderEliminarUn abrazo, excelente post!
Gracias Luna! Sí, la dudé al poner el nombre de la canción, lo que pasa es que justo acababa de leer una entrevista donde Paul decía que la canción que había compuesto para John era Dear Friend, de ahí la confusión, pero sí, la que cantó fue esa, Here Today. Ahora lo arreglo! Gracias y qué bueno que te haya gustado el post!
ResponderEliminarA.
Bacán tu post. Si bien no estuve ahí, tu crónica resulta bastante ilustrativa de lo que fue un conciertazo. Ojalá vuelva para poder estar presente frente a uno de los grandes de la música.
ResponderEliminarY no creo que haya sido nada patriotero estar orgulloso de emocionarse al escuchar el grito de "Perú, Perú" en estas coyuntura. Al contrario, creo que es una muestra de que, al margen de cualquier diferencia, nos une el sentimiento de orgullo y alegría de que el Perú haya sido parte del tour de un grande como Paul.
Saludos,
No lo he visto nunca en directo, aunque por ahi alguna vez en la tele pero nada comparado al estar presente. He visto las noticias que hablaban de lo bien que se la paso la gente y como les habló en español.
ResponderEliminarme gusto tu post.
saludos
Excelente crónica del espectacular CONCIERTO, así con mayúsculas, de Paul McCartney. Nos ha hecho revivir momentos inolvidables a los que tuvimos la suerte de asistir y permite imaginar lo sucedido a los que no pudieron hacerlo. Mil gracias y ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarGracias por los comentarios. Es una pena que varios digan "Anónimo"! Dejen sus nombres! jeje..
ResponderEliminarA.
Yo también disfruté con el espectáculo, aunque lamentablemente el asiento que me tocó (fila 7 de la tribuna "D"), no me permitió ver la escenografía ya que únicamente veíamos de costado, la parte de adelante en donde actuaban.
ResponderEliminarLos organizadores debieran tomar en cuenta dicha situación para no cobrar tan alto precio en asientos que no permiten una visión completa del show!!!.
El concierto estuvo súper bueno. Y pensar que iba a ir sino fuera porque a último minuto me regalaron una entrada... me hubiera arrepentido.
ResponderEliminarHas resumido los mejores momentos de todo el concierto definitivamente. Paul es un artista completo. No solo cantó bien sino que además interactuó constantemente con el público, tocó diferentes instrumentos y ha tenido un equipo excelente que lo ha apoyado con la ambientación del escenario (esas pantallas, lo máximo)... no me esperaba además esos fuegos artificiales. Nos recargaron de energía!
besos.
Carla