Acaba de ganar el Oscar a Mejor Película (incluyendo el de Mejor Actor) la conmovedora “El discurso del Rey”, con un brillante Colin Firth, a quien ya no mencionaremos, por obvias razones, en el listado principal. Aprovechemos entonces para hacer una lista de aquellos personajes conmovedores que se nos han quedado grabados por sus historias de lucha, siendo, ficticias o reales, personas disminuidas que combatieron contra sus problemas, físicos o psicológicos, para encaramarse en el corazón de los cinéfilos, y muchas veces con muchos premios encima.
Esa lucha de ir contra todo, contra lo que no podemos controlar, me toca especialmente, me conmueve, y no por lo cursi, como muchos pueden pensar, sino por el respeto inmenso que siento por el coraje imprescindible para salir adelante. Elaboraré mi lista según mis especiales preferencias, guiadas casi todas por mi cursi bobo más que por criterios de actuación o de guión, pero hay algunos personajes que no puedo dejar de mencionar, desde los clásicos como “El hombre elefante” u “Hombres”, con un parapléjico Marlon Brando, hasta situaciones ya cómicas, como el director de cine que se vuelve ciego por hipocondría, encarnado por Woody Allen en “El ciego”. Tambièn están “The Miracle Worker”, donde Anne Bancroft se llevó el Oscar por encarnar a Anne Sullivan, quien cuidaba a una pequeña ciega, sorda y muda, o el genial papel de Robert DeNiro en “Despertares”, como un paciente catatónico, además de, por supuesto, la historia real del psicótico pianista prodigio que interpreta Geoffrey Rush en Shine, rol por el que fue galardonado también con el Oscar. También hay otro tipo de “discapacidades”, que van más por la cruel enfermedad, como aquella película española, “Planta 4”, bastante dura, sobre niños enfermos de cáncer, algunos en sillas de ruedas, que en realidad es un alimento para el alma, digamos. O la lucha que siguen los Odone por la salud de su hijo Lorenzo, que dio a luz al famoso “Lorenzo’s Oil”. Incluso “Atrapado sin salida”, con un Jack Nicholson intentando librarse de prisión haciéndose pasar por loco, en un manicomio lleno de entrañables personajes. Pero centrémonos en los actores de carácter, esos papeles que quedaron inmortalizados por las interpretaciones e historias de superación y valor. Finalmente, y quizá muchos no se acuerden, en 1993 un mocoso Leonardo DiCaprio interpretó a un niño autista en “Eating Gilpert Grape”, en una notable actuación para un chico de su edad. Si tienen más ejemplos destacables o están en desacuerdo con los míos, ¡compártanlo! La lista de mi preferidos es, pues, la siguiente (y bastante obvia):
1. Dustin Hoffman, Rain Man (1988)
Ya lo había mencionado en el post anterior sobre Trivia de los Oscar: el rol del autista en “Rain Man” estaba destinado a Tom Cruise, pero el buen Dustin Hoffman dijo ni hablar, ese papel lo hago yo, y se reformuló la historia para que el hermano sano fuera el menor. Así este entrañable papel, donde Hoffman hace de un autista que sin embargo es un genio contando cartas en los casinos, le permitió ganar su segunda estatuilla dorada al actor, que conmovió no solo por meterse tanto en el personaje, sino por escenas memorables como el baile en el ascensor, o los súbitos ataques que le daban al escuchar sonidos fuertes, o la clásica escena del aeropuerto que aquí ponemos. Gran actuación de Hoffman, mejor papel y ser humano su personaje. Mi preferido de lejos.
2. Al Pacino, Perfume de Mujer (1992)
Dicen que Al Pacino ganó el Oscar a Mejor Actor por este papel más como una compensación por sus 7 pérdidas anteriores por mejores actuaciones (Michael Corleone, Serpico, Sonny en “Tarde de Perros”), pero debo decir que su interpretación del Coronel Frank Slade a mí sí me gusta, más allá de los histrionismos que han caracterizado a Pacino en los últimos años: si había un papel en el que valían la pena era en este, un militar retirado por una negligencia que lo deja ciego y amargado, y que en su decisión de quitarse la vida luego de un último fin de semana en New York alcanza la redención y aprende de su joven lazarillo, quien también recibe enseñanzas del ciego y resentido Coronel. La escena donde Al Pacino baila tango a ciegas queda para el recuerdo, así como su speech final en la escuela de Bird. Qué me perdonen los críticos, pero quizá ese año el Oscar pudo ir a manos de, digamos, Downey Jr. por “Chaplin”, Sthepen Rea por “The Crying Game”, Denzel Washington por Malcom X, o Clint Eastwood por “Los imperdonables”, pero el buen Al se merecía ese Oscar.
3. Daniel Day-Lewis, Mi pie izquierdo (1989)
Uno de mis actores favoritos sin duda alguna. Por mí, en lugar de los dos Oscar que tiene hasta el momento (por este papel y por el genial Daniel Plainview de “Petróleo sangriento”), tendría tres, por su fabulosa interpretación de The Butcher, en “Pandillas de Nueva York”, de Scorcese: el premio se lo llevó Adrien Brody por “El pianista”, en un muy buen papel, pero no como el de The Butcher. Pero empecemos por el principio. Daniel Day Lewis se hizo una estrella con este papel del poeta y pintor irlandés Christy Brown, aquejado de parálisis cerebral (triplejia), que finalmente venció todos los impedimentos para escribir y pintar utilizando su pie izquierdo. Ahora, ese mismo año, 1989, Day-Lewis compartió nominación con Tom Cruise, que en “Nacido el 4 de julio” hizo el papel de un herido de guerra, que también podría entrar en esta lista de roles de carácter y lucha. Mi corazón quizá le hubiera dado el premio a Robin Williams, por su entrañable papel en “La Sociedad de los Poetas Muertos”, pero digamos que Day-Lewis se la ganó “a pulso”, con este rol de personaje discapacitado. Sobre todo teniendo en cuenta que Day-Lewis es conocido por meterse en los roles que interpreta tan a fondo que termina convirtiéndose en lo mismo: se entrenó como boxeador por más un año para The Boxer, como carnicero para “Pandillas…”, y, claro, se dice que utilizó solo su pie izquierdo para casi todo durante toda el rodaje de la película en mención. Para destacar.
4. Tom Hanks, Forrest Gump (1994)
Díganme cursi, si quieren. Sé que además en otro post he mencionado que este Oscar a Mejor Película no debió ser, pues en mi opinión debió ganar, de lejos, Pulp Fiction en 1994, pero ¿quién puede negar que el rol de Tom Hanks quedó para la historia? Más allá de la sensiblería y polémica que puede generar la película en sí, y las cosas que le pasan a Forrest Gump, la actuación de Hanks es impecable, y la lucha de su personaje, admirable. Con un coeficiente intelectual bajísimo, incluso con problemas para caminar de niño, Forrest Gump logra salir adelante, correr, jugar ping pong como nadie, pero sobre todo vencer sus limitaciones y su manera ingenua (y por ello hermosa) de ver el mundo para ser un hombre no solo exitoso, sino finalmente feliz.
5. Russel Crowe, Una mente brillante (2001)
Para mí es claro que el mejor papel que le he visto a Russell Crowe, un muy buen actor, es el que hizo en la gran película de Michael Mann, The Insider (“El informante”), por el que debió ganar el Oscar en 1999 (la lucha fue con Kevin Spacey en “Belleza Americana”). Al año siguiente, 2000, la típica compensación le hizo ganar el Oscar por Gladiador, con actuaciones notables compitiendo como el Marqués de Sade de Rush, el brillante Javier Bardem de Reinaldo Arenas (quizá debió ser este su primer Oscar), o un gran Ed Harris haciendo del pintor Pollock. Sin embargo, el rol del profesor Nash, que es el único de esta lista que no fue premiado por la Academia, sí que merecía ser el ganador (ganó, nuevamente por compensación (el llamado “Efecto Carney”), Denzel Washington, por Training Day, cuando Denzel debió ganar quizá por “Malcom X”). Es para destacar la triple nominación de Crowe entre 1999 y 2001. La película, dirigida por Ron Howard, es bastante buena (compitió con otras también bastante buenas como Gosford Park, Black Hawk Down, Mulholand Drive o la primera de El señor de los anillos), pero en el rubro de actuación me parece que
Crowe-Nash merecieron mejor suerte. Quizá la Academia buscó no premiar siempre a aquellos que hacen de discapacitados, quizá la compensación de Crowe por Gladiador los desanimó, quién sabe. Lo que sí se puede decir es que el papel de un esquizofrénico que sin embargo es uno de los genios más reconocidos de la economía conmueve y queda grabada en nuestras mentes. Tremenda lucha la del profesor Nash, tremenda actuación de Russell Crowe.
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Gran actuaciòn de Bardem. |
Bonus Track
Javier Bardem, Mar Adentro – Hillary Swank, Golpes del Destino
Quiero hacer especial mención al papel que tan magníficamente interpretó Javier Bardem –uno de tantos- en la película de Alejandro Amenábar “Mar Adentro”, de 2004, como el
cuadrapléjico que luchaba por ganar, legalmente, el derecho a autoeliminarse, y conseguir así la dignidad que sentía no tenía. Por este rol Bardem fue nominado al Globo de Oro y ganó varios premios en Europa. La figura de Ramón San Pedro, estemos o no de acuerdo con sus ideas de eutanasia, es una que toca las fibras más ondas, con una interpretación notable por parte de Bardem, que además de interpetar la discapacidad, tuvo que imitar el dejo gallego del personaje real. Aquel mismo año salió la película del maestro Clint Eastwood, “One million dollar baby”, donde la boxeadora interpretada por Hillary Swank, también ganadora del Oscar, termina también cuadrapléjica, pidiendo con desesperación terminar con su agonía. Dos películas fuertes, con una gran enseñanza, la de la compasión y el derecho de cada persona a decidir su futuro y lograr la dignidad.
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Mención Horrosa
Sean Penn, Yo soy Sam
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Penn màs deslucido que nunca. |
Rápidamente, una mención al doble ganador del Oscar, Sean Penn. Aquí solo cabe citar la genial película Tropic Thunder, de Ben Stiller, donde el personaje interpretado por Robert Downey Jr. (un actor australiano que hace de soldado negro), le aconseja a Stiller (un actor que había hecho de retrasado mental) lo siguiente: “Todo el mundo sabe que no debes hacer de un completo retrasado. Dustin Hoffman, Rain Man. Se veía retrasado, actuaba como retrasado, pero no era retrasado: sabía contar cartas en el casino, es autista, pero no retardado. Tom Hanks, Forrest Gump. Se ve mal, sí, con fierros en las piernas, pero rompe sus pantalones para correr, gana campeonatos de ping pong, eso no es un maldito retrasado, es un maldito héroe de guerra. ¿Tú eras un retardado héroe de guerra? No, eras un tonto: fuiste totalmente retrasado. Nunca seas totalmente retrasado. ¿Sabes por qué? Pregúntale a Sean Penn, 2001, Yo soy Sam, fue un retrasado total y ¿qué premios ganó?, cero”. Mejor explicación, imposible.
Vean el video.